De aromas y narices
Los cinco sentidos a través del amor Parte II
Nariz piquetera (Huelguista de primera línea)
Siento un cosquilleo... Cada vez más intenso, cada vez más urgido, cada vez más imperioso, más obsesivo...
Me froto fuerte, y la sensación insiste en estar allí, me sigo frotando, si sigo así me la voy a arrancar pero el cosquilleo no cesa y el cosquilleo me puede...
Cuando con sorpresa, escucho a mi nariz indignada gritarme: INGRATA!!!
Cuántos momentos de amor te he hecho vivir? Cuántos olores he guardado para revivir recuerdos? Cuántos momentos de felicidad aún hoy rememoras gracias a los olores que conservo en mi memoria pa que no se te vayan nunca? Y con quién empezás para los sentidos a través del amor? Con el gusto, ese que sin mí no es nada o acaso no sabés que siempre andamos juntos, que es un torpe, despistado y confundido y que si no estoy yo no puede distinguir el limón de una limonada...
Exigo el inmediato reconocimiento de mis aportes en el amor o de lo contrario me declaró en huelga de nariz y no vas a oler nada...
Vaya personalidad tiene mi nariz!!! Quién se cree que és?
A mi no me va a venir a amenazar...
Hace dos días huelo que huelo y nada huele...
Por eso me senté a escribir a ver si firmo la paz con mi nariz y por fin el mundo se volverá aromas para mí...
Los olores del amor...
Siempre que saludo a alguién, lo huelo.
No puedo evitarlo, mientras doy el beso en la mejilla, respiro a la persona que saludo para guardarla lo más entera que pueda.
La más de las veces, me queda el aroma impregnado en la nariz y cuando es el olor amado, me puede durar hasta una semana conmigo.
Todos tenemos una colección de olores en recuerdos...
Todos tenemos una inmensa cantidad de olores que nos hablan de amor... Aromas que penetran en uno y que se quieren llevar por siempre aunque su destino sea el más efímero de todos...
La colonia de pino, el aroma de mi papá y de mi abuelo, el olor de los abrazos, el olor de las tardes de charla, de las historias contadas mil veces pero siempre nuevas, el olor de las aventuras en el parque de la casa de mi abuelo...
El aroma a especies, mi mamá y mi otra mamá, la cocina más exquisita, olores penetrantes, inteligentes, que sabe lo que quieren, que otorgan, que alimentan el alma... El olor del amor que da todo, el aroma de las manos abiertas, el aroma del amor sin tiempo ni espacio.
El aroma de rosas, mi hermana, dulce, silenciosa, compañera, enamorada, una eterna enamorada, el olor del amor romántico, un poco de telenovela de la tarde, el olor de la timidez, el olor de del amor que espera.
El aroma de los cítricos, la Tití, Meche, Laurita, toda personalidad, jovial, la juventud y la experiencia, la amistad sincera, los mates que van y vienen, las charlas eternas, la complicidad de las miradas, las risas, los llantos... El aroma de la amistad sincera, de la amistad sin dobleces, de las mujeres y hermanas de mi vida, el aroma del amor fraternal femenino.
El aroma a flores silvestres y jazmines, el olor de la alegría, el aroma de lo espontáneo, decidida, despreocupada, curiosa, desmedida e invasiva... El aroma del amor de primavera, el aroma de las ninfas en el bosque, el aroma del amor que juguetea, el olor del amor en libertad, el amor sin fronteras, el aroma del amor sin pasado, sin futuro, del amor del hoy... Mi aroma personal.
El aroma del tabaco, mejores amigos, hermanos adoptados varios y lejanos (viven casi todos en otros países), el aroma de una noche de charla, de una salida de juerga, de horas y horas de filosofar sin hacerlo, el olor de la chaqueta a la que me aferré alguna vez, en el que lloré alguna que otra vez... El aroma del amor incondicional, el que no le importa quién, qué o cómo sos, el aroma de la amistad masculina, de la amistad fraternal.
El aroma a foresta... El aroma de un bosque luego de una lluvia (y sí también sale el arco iris), el aroma a lo descubrir, el aroma de lo no explorado, el aroma del misterio natural, el aroma de la búsqueda, de la aventura, de la experiencia... El aroma del amor que se busca, del que se encuentra, el amor que se explora, el amor que se investiga una y otra vez, el olor del amor que invade y no cede a olvidarse...
Ni que pensarlo tengo, que me gustaría olerte a foresta...
Y hacer juntos un bouquet de amor.