De Brisas y Huracanes

By Huascar Taborga

La brisa juega con los pinos del parque, el otoño juega con nuestros abrigos que como banderas anuncian un momento nuestro, escaso pero sin prisas...

La noche es hermosa y las luces acompañan ese rato de complicidad que ambos generamos, para mirarnos a los ojos con miradas cansadas de tanto andarse buscando y evitarse pero que se relajan con el encuentro, al saberse mutuamente pretendidas.

Esta companía con sabor a caramelo chupetín remoloneando en nuestras bocas, con ruidos de respiraciones comedidas al acto de deborar ese pedazo de felicidad en golosina, con palabras embadurnadas y pegajosas excusas múltiples para estar a solas...

Tu beso nocturno de despedida, la presión de tus labios sobre la piel cercana a esta boca tan tuya como inexplorada, lo llevo grabado en esta piel que no te olvida pero que recuerda, que no te exige pero te apremia, que no te pide pero te espera.

Brisa... Bendita brisa que apaga el fuego, que permite la charla que promueve el acercamiento. Que promueve las ganas de que tus brazos se engarcen en mi espalda, que mi cabeza se acople a tu hombro, que nuestros labios se encuentren en un beso cálido, penetrante, avasallante. Y que la brisa se convierta en huracán, que el huracán se lleve a todos, que arranque de cuajo pinos, ladrillos y vidrios, que exploten las luces y vuelen los autos. Y en el ojo del huracán vos y yo arrebatándonos las ganas, desbaratando ropas, renaciendo en el amor... Como Adán y Eva empezando de cero.

Canción del post: "Para Obtener un sí" de Shakira.
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