Noctambulario

Cierro los ojos,
buscando la calma del reposo nocturno
para viajar a tu encuentro.

Siempre tu,
el mágico ladrón de ensoñaciones
que se adueña de mi alma
usando como arma la mirada.

Siempre tu,
el intruso vagabundo
que aporta fiebres y suspiros al despertar
un anhelo ignoto y desconocido.

Siempre tu,
el usurpador de mi corazón desvariado
que inquieta mi sueño con besos prohibidos.

Intermitente en tiempo y en espacio,
tu presencia tangible se entromete en mi vida...

Cuando estoy dormida.